El reciente cásting para participar en el reality "Esto es Guerra Teens" ha vuelto a despertar los fantasmas del racismo y la discriminación en nuestra televisión nacional. Recordemos que el año pasado, en un reportaje compartido por las redes sociales, una trabajadora de Media Networks (tal como ella afirma) hizo público los criterios que usaban los productores de programas televisivos para seleccionar quien debía estar en la pantalla y quién no, y uno de esos criterios era el color de su piel: "los marrones no podían salir". Lamentablemente no se hizo mucho eco a esta noticia, pues al poco tiempo ciertas redes sociales aprovecharon la coyuntura para desviar los ataques anti-racistas hacia un nuevo blanco: el recién emitido catálogo de Saga Falabella que tenía en su portada a unas niñas rubias. La prensa cerró filas y el asunto de los "marrones en la televisión" no pasó a ser más que un dato anecdótico. Pero como nosotros no somos de olvidar fácilmente este tipo de cosas, te compartimos el video para que te enteres mejor del tema.
Pero volviendo al tema de "Esto es Guerra Teens". Hace poco tuve la suerte de leer un post del actor y director teatral Roberto Aníbal Bedoya Petrovich en su blog "Entre tachos y bastidores" bajo el título "Castings y Discriminación", el cual me pareció adecuado compartirlo con ustedes casi en su totalidad, para ver el análisis de este tema desde el ojo crítico de alguien que trabaja en ese medio:
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Imagen tomada de peru21.pe |
" (...) Durante los 43 años que tengo en el medio, haciendo teatro, tv, publicidad, etc. he revisado innumerables libretos -tanto clásicos como modernos- y en las acotaciones del autor sólo mencionan edad, nada más, el aspecto físico se lo dejan al director o al vestuarista. Shakespeare nunca escribió que Julieta debía ser alta, de ojos azules y cabello ondulado, Moliere tampoco mencionó que las "preciosas" de su obra debían serlo según los cánones de belleza europeos que nos han impuesto, e Ibsen no dijo que Nora debía ser simpática, de 1.75 y tez blanca.
¿De dónde cuernos sacan las productoras de que sólo a las bonitas le suceden cosas? ¿Han visto nuestras miniseries o telenovelas? (...) ¿Por qué si los Gonzáles, de Al fondo hay sitio, son de Ayacucho, los integrantes de la familia no son de características más ayacuchanas que limeñas salvo el señor Pampañaupa? Mención aparte es el caso de Magaly Solier, bonita, pero que trasluce sus rasgos nativos, y eso está muy bien, así debería ser.
Tal vez muchos discrepen al respecto, pero las productoras discriminan. Cuando un jóven se presenta al TUC, a la ENSAD, a Aranwa, al Club de Teatro o a Diez Talentos, ellos no se fijan si son blanquitos, mestizos o afrodescendientes, se fijan en las posibilidades histriónicas, entusiasmo y deseos de aprender y emprender el camino de nuestra maravillosa profesión.
Creo que ha llegado la hora de reflexionar sobre lo mencionado , pero sobretodo procurar que a los feos, gordos, chatos, cholos, flacos, negros, y demás etcéteras que no encajamos en los conceptos "normales" de belleza podamos acceder a protagónicos, considerando que todos los actores (y actrices obvio) tenemos el suficiente talento y solvencia como para desarrollar un papel de ese tipo (...) "
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Imagen tomada de entretenimiento.terra.com.pe |
PD: Se ha realizado la transcripción casi completa del post de Roberto Aníbal Bedoya Petrovich, con el permiso expreso del autor, a quien agradecemos su gentil colaboración. Por nuestra parte, le dejamos el enlace para que vea el artículo en su totalidad, e invitamos a que visite también el blog "Entre tachos y bastidores" perteneciente a nuestro ahora amigo Roberto (Para acceder al blog haga click aquí).
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